Déjate influenciar por las mentes maestras

¿Se han preguntado alguna vez quienes diseñaron el presente que hoy vivimos? Para el descubrimiento de América, por ejemplo, fue tan importante la decisión que tomó el Papa Alejandro VI desde su trono en Roma, como la del marinero anónimo que salvó a la Pinta de hundirse en el mar.

Sin el Papa Alejandro VI o sin aquel marinero anónimo, igual los europeos habrían descubierto América tarde o temprano. Incluso los vikingos ya habían tenido incursiones en dicho continente. Pero, probablemente, ahora tendría un nombre distinto y los eventos de su conquista habrían sido diferentes; ciertamente no sería la misma América que conocemos hoy.

Pensemos ahora en las habilidades que tenían aquellas personas que determinaron de manera tan contundente nuestro presente.

Walter Disney fue un gestor del cine tal y como lo conocemos hoy en día. Para él, el fracaso fue tan importante como el logro. Gestionar el error, lidiar con la frustración que este conlleva y permitirse intentarlo de nuevo con nuevos conocimientos, lo llevó a crear una de las compañías más importantes a nivel internacional.

Mahatma Gandhi le demostró al mundo que un país podía ser liberado por medio de acciones no violentas e inspiró a grandes líderes del siglo XX que siguieron sus pasos. Para esto, Gandhi necesitó coraje: el valor para enfrentarse al inminente peligro. Pero también necesitó conectarse intelectual y emocionalmente con sus compatriotas, entender que la colaboración y el pensamiento en red eran la base para un cambio que no podía llevar a cabo solo.

Charles Darwin postuló una teoría sobre nuestro origen que, hoy en día, sigue siendo una de las más aceptadas. Su motivación fue la curiosidad que lo llevó a viajar, observar, registrar y querer comprender todo aquello que lo rodeaba. Gracias a él, hoy tenemos claro que la adaptación es la base para la evolución y que un pensamiento adaptable nos permite caminar hacia un futuro.

Estas fueron las habilidades que permitieron que aquellas personas fueran fichas claves en la construcción de su futuro: nuestro presente. Ahora es nuestro turno para potenciar esas habilidades, para soñar más allá de lo inimaginable y construir nuestro propio futuro: el presente de las generaciones venideras.

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